Soy una
ciudadana panameña, profesional, con derechos que día a día son irrespetados
por aquellos que prometieron respetarlos. Aquellos como los políticos, la prensa, los
administradores de los bienes de mi querido Panamá, y que han llevado este
hermoso país a este ridículo estado. Y
no puedo continuar callada, viendo como en los canales de televisión unos “impresentables”
(que no se pueden ni presentar) se toman
mi
tiempo en las mañanas antes de salir a trabajar, en una competencia absurda
sobre saber quien se gana el premio diario de decir más mentiras y estupideces,
mediados eso si, por unos señores que se llaman “periodistas” y que de
periódico lo único que saben es que es un papel que vocean los canillitas en la
calle. Es por esta razón que decidí
escribir desde este pequeño espacio que todos tenemos acceso, lo que pienso de aquellos que me hacen vomitar
y dañar mi vesícula cada mañana, que para eso vivo en un país de derecho y
puedo hacerlo.
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